Seguro para equipos electrónicos

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Esta póliza cubre las fallas y daños de diversos equipos electrónicos en el domicilio declarado; pueden contratarlo tanto empresas como en el hogar. De esta forma se protegen los equipos de uso diario como en la oficina, los de comunicación y el patrimonio de las empresas.

El seguro asume las pérdidas que se generen debido a situaciones imprevistas derivadas del trabajo, por el entorno de instalaciones o el hogar, y que causen ruina parcial o total de los equipos electrónicos, provocando el deterioro del patrimonio, ya sea de los propietarios, arrendatarios o de las instituciones financieras involucradas.

Dentro de la amplia variedad que puede cubrir de equipos electrónicos y dispositivos encontramos:

Computadoras.
Tabletas.
Televisiones.
Equipamiento médico.
Sistemas de alarma y monitoreo.
Equipos de filmación.
Equipos de investigación.
Equipos de radio.
Máquinas de la industria.
Equipos usados en procesos de datos.

¿Qué cubre el seguro para equipos electrónicos?

Hay que tener en cuenta que la póliza puede variar según cada aseguradora, así que conviene consultar los detalles de cada una y leer los términos y condiciones del contrato.

Pero, generalmente, la cobertura puede incluir:

Reparación o reemplazo de los dispositivos electrónicos, en el caso de que haya daños accidentales o por causas externas, que varían desde incendios, robo, caídas, derrame de líquidos, inundaciones, cortos circuitos, errores de construcción, errores de manejo, etc.

Por fallas técnicas o un mal funcionamiento de los aparatos. Aunque haya expirado la garantía del fabricante, puede seguir usándose esta póliza.

Ofrece asistencia técnica y soporte telefónico para que se puedan solucionar problemas con el dispositivo asegurado.

Cabe destacar que, según la aseguradora, los celulares, tabletas, equipos móviles y notebooks no siempre se incluyen en este tipo de pólizas.

Secciones del seguro de equipos electrónicos

De forma general, este seguro se divide en 3 secciones diferentes que son:

De daños materiales al equipo electrónico: este ampara los daños por los riesgos cubiertos en la póliza. Para este es necesario que el equipo se encuentre debidamente instalado y que haya pasado las pruebas iniciales de operación y funcionamiento; puede estar en operación, mantenimiento o revisión, incluso inactivos, pero en un estado de funcionalidad.

Portadores externos de datos: se entienden como equipos que almacenan información, que se pueden usar en los equipos asegurados y que no están unidos o forman parte de los equipos (como cintas magnéticas, discos ópticos, memorias flash, etc.).

Incremento en costo de operación por la utilización de una instalación de procesamiento de datos ajena: si los equipos asegurados se dañan o destruyen, cubre los costos de operar en un centro de datos externo. Este funciona para que las empresas no pierdan su continuidad y flujos de operación, disminuyendo la afectación económica.

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