¿Qué harías si supieras que hoy es tu último día de vida? ¿Irías a la oficina? ¿Mandarías el reporte pendiente? Seguramente no. Probablemente pasarías el día con las personas que más quieres.
Detente a pensar, qué es lo que más valoras y qué es lo que más te importa. Porque la verdad es que la vida no tendría sentido sin la familia. Trabajamos para tener ingresos, y sí, es cierto que también nos puede generar satisfacción personal y nos hace sentir productivos, pero la realidad es que sobre todo lo hacemos para llevar el pan a la mesa y compartirlo con las personas que más queremos.
Si bien la esperanza de vida ha aumentado considerablemente y ha pasado, de acuerdo con la proyección de la población en México publicada por el Consejo Nacional de Población (CONAPO), de un promedio de 30 años en la década de los treinta, a 74 años aproximadamente en 2014, no estamos exentos a sufrir un percance.
¿En caso de que faltase la fuente principal de ingresos, tu familia podría pagar la renta o hipoteca, las colegiaturas, los útiles escolares, los servicios de la casa, las consultas médicas, la comida e incluso los viajes? La realidad es que en la mayoría de los casos la respuesta es “no”.
Despedirse de un ser querido es doloroso, pero la vida continúa, no es estática, y está en constante movimiento. Superar una pérdida ya es una tarea bastante difícil para la familia como para agregar una preocupación económica. La relevancia de contratar un seguro de vida radica en la estabilidad y el respaldo económico que le brindará a tu familia en caso de tu fallecimiento o invalidez. El seguro protege y permite enfrentar una situación para que el proceso de adaptación sea menos complicado. Es una inversión que garantiza la calidad de vida de tu familia. Además, a diferencia de la creencia general, hay seguros de vida que son bastante accesibles.
Al contratar un seguro de vida deberás especificar quiénes son los beneficiarios, es decir quiénes recibirán la indemnización en caso de tu fallecimiento o invalidez. La suma asegurada se refiere a la cantidad de dinero que recibirá el o los beneficiarios. Algunos seguros de vida cubren, además de fallecimiento, desempleo, incapacidad e invalidez. Gastos funerarios, pérdidas orgánicas y enfermedades podrían incluirse en tu seguro.
Protege a tu familia y garantiza su futuro en caso que tú faltes o se pierda la fuente principal de ingresos. Si quieres contratar un seguro de vida, con gusto te asesoramos.