“Seguro de vida…bla, bla, bla”, es lo que solemos escuchar cuando alguien lo menciona como parte de los beneficios de un nuevo empleo, o cuando ves un anuncio al respecto en televisión y redes sociales. Despreocúpate: aquí te diremos todo lo que necesitas saber al respecto; y no es tan abrumador como parece.
1. Es parte de una estrategia financiera sólida. Tú ya estás familiarizado con los ahorros y con las pensiones, ¿correcto? También quizá estás al tanto de cómo funcionan las inversiones y los planes de salud. Un seguro de vida te ayuda a planear tu felicidad y la de tus seres queridos a largo plazo; especialmente la de aquellos que dependen de tus ingresos, en caso de que algo te ocurra.
2. Hay una gran diversidad de seguros de vida. Adicional al seguro de vida que te proveen en tu lugar de trabajo (que usualmente posee la misma duración que el propio empleo), existen dos tipos de seguros de vida: con un plazo determinado, y permanente.
El primero suele incluir una póliza menor, cobrada a una cantidad de tiempo especificada (por ejemplo, veinte años). Al finalizar ese plazo, tu cobertura también llega a su fin.
El segundo conlleva una póliza mayor a corto plazo, mas suele permitirte acumular dinero al paso de los años. Tu cobertura está diseñada para durar mientras continúes pagando.
3. Los seguros de vida suelen ser costeables para la mayoría. Claro, existen variantes que pueden tornarse bastante costosas; y a mayor cantidad de aspectos incluyas, el precio también se expandirá (especialmente si cuentas con hábitos como fumar, o si existe alguna enfermedad genética). Pero de acuerdo a un estudio realizado por Life Happens y LIMRA (puedes consultarlo aquí: Insurance Barometer Study), se suele percibir a los seguros de vida como tres veces más caros de lo que en realidad son.
4. Los eventos clave suelen convertirse en los mejores momentos para adquirir uno. ¿Estás a punto de casarte? ¿Tendrás hijos? ¿Cambiarás de trabajo? ¿Has comprado una casa? Los eventos significativos suelen actuar cual epifanías: en tales momentos te das cuenta de que necesitas una protección.
5. Puedes cambiar tu seguro de vida. Quizá cuentes con alguna póliza de seguro de vida que tus padres adquirieron cuando eras un bebé; o tal vez adquiriste una póliza con plazo determinado cuando decidiste comprar una casa, pero ahora tu familia creció y estás preocupado por su educación universitaria. Y al respecto…
6. Es posible que necesites una cobertura más grande de lo que crees. En ocasiones solemos creer que los seguros de vida sirven para cubrir los costos de nuestras deudas al morir y los gastos funerarios. Pero una ventaja clave de poseer un seguro de vida radica en proteger a la gente que depende de ti en caso de que tú, su pilar, colapse.
7. Contrario a la creencia popular, los seguros de vida pagan velozmente. Ya que los seguros de vida no tienden a liarse con cuestiones del Estado, a veces tarda únicamente días o semanas. Aunque el tiempo promedio es de un mes.
8.Los seguros de vida protegen a tu familia, mas sólo si lo permites. Si mantienes tus pagos en regla, así como la puerta abierta a tu agente para estar al tanto de algún cambio. Es imperioso mantener en orden tus documentos vitales.
9. Un seguro de vida puede ser más que sólo un seguro de vida. Al usar cláusulas adicionales, o una adición a un contrato de seguro de vida, o incluso un tipo específico de póliza, los beneficios del seguro de vida pueden convertirse en beneficios de vida: dinero al que puede acceder antes de morir, o utilizar para pagar la atención a largo plazo, por ejemplo.
Si aún necesitas ayuda para manejar todo esto, acércate con nosotros. Con gusto te ayudaremos a comprender los pormenores de esto, así como la mejor política para tu presupuesto y necesidades. Ya que, por supuesto, lo más importante que debes saber sobre el seguro de vida es que está ahí para ayudar a las personas que más amas.